BUENA PREGUNTA...

Una vez una persona me preguntó si merecía la pena vivir.

Buena pregunta...

Una buena canción, cuando un niño te mira y ve a su padre, un bonito reencuentro, caminar por el glaciar del Marboré.....

Se me ocurren tantas cosas por las que vivir.....

Tener tantos medios para esquivar el final, nos aleja de la razón para vivir.

Nuestras calles son de baldosa y nuestros zapatos nuevos evitan el dolor de la piedras.

Por nuestros grifos agua siempre, pero además fría y caliente.

Nuestra alimentación depende de la caza en el supermercado.

Quizá la pregunta no es ¿merece la pena vivir?

Quizá sea ¿le damos valor a la vida?

Un juguete ¿tiene valor?

Depende de para quién.

Tenemos el zurrón tan repleto de vacío, que cuando lo vaciamos nos encontramos con lo mejor de nosotros.

Pero la vida es bella, a pesar de sus defectos.

Se nos olvidó beber un buen vino con los ojos cerrados.

La luz de las farolas ocultó la de las estrellas.

La caricia busca el sexo.

El amor se convirtió en negocio disfrazado de celebración.

La creatividad en copia barata.

Y la buena comida en la más rápida.

¿Cómo? Pues, vamos a valorar la vida?

Volvamos a cocinar a fuego lento nuestras vidas.