Mi Rey

Tu gran bondad no deja espacio al egoísmo.
Las estancias se impregnan de tus eternas carcajadas.
Romántico empedernido, llenas de corazones dibujados en pedacitos de papel los bolsillos de la gente.
Arrojas tus lágrimas a tu frustración como un tiempo lo hice yo.
Por eso, seré yo quien te enseñe, que las lágrimas sólo deben ser la sabia que antecede a la lucha, a la entereza.
Fiel a los tuyos y a tus ideas, no te importa caminar sólo si no compartes el contexto.
Después de todo, quizá no fue mala idea que te parezcas tanto a mi.
Gran amado por la que te antecede.
Tu pelo rebelde manifiesta tu personalidad.
Poco tiempo me costó entender que no se debe intentar moldear la genialidad.
Absorto en tu imaginación, pasan de largo para ti los acontecimientos, el tiempo dirá si lo suficiente....
El destino ha jugado sus cartas para que como a mi, te críe la feminidad, con lo bueno y con lo malo.
Fue la distancia la que más nos unió, ahora ya no tengo que robar tus besos.
No en vano, durante tus primeros años, fui yo quien veló tus fiebres, tus miedos...
Y es que eres el único hombre al que  he amado y amaré....
Porque te lo ganas cada día por ser como eres.
Si mi vida tiene Reina, sin duda alguna tú eres....
El Rey