Ella movía la cuchara de madera lentamente.
El olor al previo de una buena cena se cernía en el aire
Hacía calor, la ropa era escasa...
De pronto, una humedad cálida se deslizaba por su nuca...
Con una sonrisa cerró los ojos e inclinó la cabeza.
Unas manos ascendían por los laterales de sus piernas al tiempo que desplazaban
un fino vestido hasta la cintura.
Ella seguia moviendo dulcemente la cuchara de madera como si marcase los tiempos de
desplazamiento de esa boca al deslizarse por su espalda hacía abajo.
Pero soltando la cuchara de madera y poniendo las manos sobre la encimera,
sintió en su interior un ardor creciente.
Su boca abierta se secaba con la fuerte respiración.
Sus uñas intentaban clavarse en la madera de la encimera sin conseguirlo.
Esa boca se desplazaba de nuevo hasta el cuello haciendo que ella levantase la cabeza.
Al encontrarse las dos bocas, su cuerpo se giró encontrándose ahora con la mirada.
Dos tímidas sonrisas antes del beso.
Ella sentía esos labios algo carnosos navegar por los suyos dejándoles entrar entre abriendo la boca.
Las manos recorrían los cuerpos sintiendo el sudor del verano.
Una mano retiraba la sopera prudentemente, la cena podía esperar.....
El olor al previo de una buena cena se cernía en el aire
Hacía calor, la ropa era escasa...
De pronto, una humedad cálida se deslizaba por su nuca...
Con una sonrisa cerró los ojos e inclinó la cabeza.
Unas manos ascendían por los laterales de sus piernas al tiempo que desplazaban
un fino vestido hasta la cintura.
Ella seguia moviendo dulcemente la cuchara de madera como si marcase los tiempos de
desplazamiento de esa boca al deslizarse por su espalda hacía abajo.
Pero soltando la cuchara de madera y poniendo las manos sobre la encimera,
sintió en su interior un ardor creciente.
Su boca abierta se secaba con la fuerte respiración.
Sus uñas intentaban clavarse en la madera de la encimera sin conseguirlo.
Esa boca se desplazaba de nuevo hasta el cuello haciendo que ella levantase la cabeza.
Al encontrarse las dos bocas, su cuerpo se giró encontrándose ahora con la mirada.
Dos tímidas sonrisas antes del beso.
Ella sentía esos labios algo carnosos navegar por los suyos dejándoles entrar entre abriendo la boca.
Las manos recorrían los cuerpos sintiendo el sudor del verano.
Una mano retiraba la sopera prudentemente, la cena podía esperar.....
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