Nuestro corazón está cerrado a la posibilidad de que, aunque sin saber por qué, nuestro deseo se haga realidad.
Quizá sea cierto que abriendo nuestra mente y corazón, se activen los resortes de la providencia….de la magia. Quien sabe….
Cuántas veces de niños, nuestros deseos se convirtieron en realidad?
Pudiera ser que entonces….creíamos en la magia?
Yo estoy siendo testigo de esa magia.
Pedí un deseo y abrí mi mente a la posibilidad de que este deseo llegase a convertirse en realidad.
Alguien me dijo una vez que yo soy dueño de mi destino. Y sé que tenía razón.
Pero no porque yo lo elija, sino porque está hecho para mí.
Creo en esa magia y por eso….pido un deseo.
Y tú…………………………………¿lo has hecho?
3 comentarios:
Me gusta muchisimo
Tu eres Magico
Aissssssssssssss, que bien suena eso.
Yo todavía no lo he pedido pero lo haré.
Llueven polvos mágicos.
Me alegro de que te guste...seas quien seas.
Un abrazo
Publicar un comentario